Últimamente andamos sin caber por las puertas de felicidad, parece que ya nos van aburriendo menos los grupos de aquí. O al menos podemos disfrutar cogiendo la mano de algunas bandas que son lo más parecido a una mañana de sábado al sol contigo. El recital que ofrecen Fred I Son en su disco de debut “ Diu Que No Sap Que Vol” es de un agrado escandaloso, ejerce tal positivismo que resulta casi imposible no enviar un e-mail cadena implorado la escucha masiva de sus canciones para así disfrutar de años perpetuados de felicidad plena. Una vez se inicia el paseo musical (porque este disco es un paseo y de los chulos) entiendes porque el pop tiene que ser pequeño y al detalle como los pastilleros de nuestras abuelas. Acabas comprendiendo lo aburrido que pueden llegar a resultar los artifícios extra musicales -esos ropajes y postureos cuyo tufillo cada vez se acerca más al querido alcanfor-. Con Fred I Son te aseguras un buen número de canciones inviolables que nunca serán desvirgadas por infames pinchadiscos de indie de garrafón. Y es que como dice mi madre lo de tener la nevera siempre llena de tonterías es una vulgaridad.
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