sábado, 17 de abril de 2010

Los Planetas: "Una Ópera Egipcia"



A estas alturas muchos ya habréis leído multitud de literatura sobre “Una Ópera Egipcia”. El octavo trabajo de Los Planetas. El acontecimiento musical del año, el disco del que más se va hablar para bien y para mal, algo intrínseco casi desde el principio en la idiosincrasia de los granadinos. Porque no hay banda con mayor número de fieles y detractores en este país que Los Planetas. O les amas o les odias, los puntos intermedios casi son de mentira a la hora de opinar sobre las canciones de J y sus compinches.
Un nuevo frente de discusión se abrió con la publicación de “ La Leyenda del Espacio”. El disco donde se acostaban sin protección con el flamenco. La obsesión de J por la investigación musical, unida a su amistad con Morente y la siempre presente capacidad de complicarse la vida en lo musical de esta banda dio como resultado uno de los mejores discos de todos los tiempos de nuestro país. Un trabajo denso, oscuro, casi violento y muy costumbrista. Un disco de flamenco y de los difíciles de escuchar. Quien utilice la palabra fusión para describir el nuevo rumbo de Los Planetas es que no esta entendiendo nada. A Falta de una voz dominante que identifique el género, de lo que se trata es de electrizar la forma y el fondo dotándolo del carácter propio de Los Planetas, a la vez que no se desvirtúa el espíritu de las piezas flamencas que tocan. Y es aquí donde estemos o no de acuerdo, los de Granada han abierto brecha. Su nuevo experimento es un paso de gigante que les adelanta una vez más de la mayoría de los grupos de su generación, los cuales han entrado en un bucle donde se repite una y otra vez la misma canción, ojo que esto para muchos es un acierto. Los Planetas han comenzado una empresa de experimentación constante alejada de formulas, tendencias y las tan maleables etiquetas. Su unión al flamenco pica a muchos, pero si se mira con profundidad no hay género más apropiado como este para entender a Los Planetas. El acierto de las piezas, de los palos, su investigación en el canto original es la llave para conocer mejor a este grupo con universo propio desde el minuto uno.
“Una Ópera Egipcia” es una obra mayor, llena de momentos notables. El disco la inicia la instrumental de aires protosurf "La llave de oro”, canción de Morente que apunto estuvo de ponerle voz. El resultado aun así es perfecto. Los momentos más accesibles se encuentran en las siete primeras canciones. Los Planetas firman aquí hits de la talla “Una corona de estrellas”, “Soy un pobre granaino”, “Siete faroles”, “No se como te atreves”, “La veleta” , ambas con la voz de la Bien Querida -otro de los elementos de debate y un acierto mucho mas atinado que la primera opción manejada por J que era Christina Rosenvinge-. En esta franja de canciones encontramos una de las aclamadas “Señoras de las alturas”, canción clásica de los Planetas donde la intensidad de la canción va creciendo con el paso de los minutos.
La segunda mitad de “Una Opera Egipcia” se inicia con “El romance de Juan Osuna” pieza oscura y profunda, claro ejemplo del trabajo de campo del grupo. En esta línea llega la monumental “Atravesando Los Montes”, canción de las grandes, con una carga espiritual asombrosa, donde una vez más el amor se describe como ejercicio de dolor y salvación.
El mayor momento de introspección y estudio del flamenco llegan con las tres canciones finales. “Virgen de la Soledad”, “ La Pastora Divina” (con la voz casi de otro mundo de Morente) y la final “ Los poetas”. Broche de más de nueve minutos donde la oscuridad y atmósfera se erigen como símbolo indivisible del sonido Planetas. Colocándose al nivel de aquellos Joy Division mas heridos.
Una Ópera Egipcia, así definen los gitanos a una canción cuando no hay adjetivos que expliquen su grandeza. Los Planetas, con o sin polémica, siguen empeñados en mostrarnos que lo importante no es llegar, sino seguir caminando. Pero cuidado que nadie dijo que el camino fuera fácil.

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