miércoles, 19 de noviembre de 2008

CONCIERTO ELLIOT BROOD EN MOBY DICK



Elliot Brood ya dejo unas cuantas cosas claras en su álbum Ambassador (Six Shooter, 2005). Aquel disco te dejaba (y aun lo hace) paralizado. Alentaba a creer en la raza humana. Si existen discos de esta clase, aun debe quedar un buen puñado de buenos corazones.

Así que ahora se nos presenta la segunda entrega de estos tipos, Mountain Meadows (Six Shooter, 2008). Otra ración de vamos a gritar a las estrellas. Su nuevo largo te atrapa, no se trata solo de escucharlo, es mas del tipo necesito ponerlo una vez más.
Pero Elliot Brood saben como elevar a sus oyentes. Acércate a uno de sus conciertos y considérate afortunado. Esa fue la sensación que alcanzamos los que estuvimos presente en su directo en la sala Moby Dick. Lo que son capaces de hacer en un escenario es historia, pura energía.

Con la elegancia que otorga la sencillez de las cosas bien tejidas, sin adornos ni travestismos. Puro clasicismo. Los golpes de la instrumental, Chuckwagon funcionaron como una descarga, era el prologo anunciador de una agitada velada. Garden River o Finguer and Tongues, sirvieron para dejar claro la monumentalidad de esta banda a la hora de tratar el tiempo de sus piezas. Con una voz en el filo del desquebrajo, nadando entre el Tom Waits mas vagabundo y un Lenny siempre dispuesto a darse de puñetazos.

Aquel trío sonaba solo, era tan fácil escucharles que piezas como Woodward Avenue podían agradecerse como si de un regalo se tratase. Aunque para detalle The Valley Town. La vida mola y que Coldplay tome nota.

Cerraron con Write It All Down For You, un misil imparable que nos dejo con los dientes largos. Fue una noche de leyenda, esa que Elliot Brood andan forjando y que será bonito poder contar.

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